Economía del Trueque

Video explicativo: ¿Qué es la economía de trueque?

¿Qué es el trueque?

Si alguna vez has intercambiado uno de tus juguetes con un amigo a cambio de uno de los suyos, enhorabuena has realizado un trueque. 

El trueque se puede definir como el intercambio de bienes o servicios con otra persona cuando no hay dinero de por medio. 

Historia del trueque 

El trueque empieza a surgir en la época del neolítico cuando aparecen los primeros excedentes gracias a la perfección de la ganadería y la agricultura. 

Por ejemplo, si un agricultor plantaba patatas y al final de la semana le quedaban dos por consumir, podía intercambiar esas dos patatas con otro agricultor de la zona que plantara por ejemplo tomates. 

Principalmente la economía del trueque fue introducida por las tribus de Mesopotamia y adoptada por los fenicios. Estos últimos viajaban a través del mar haciendo trueques con los comerciantes que se encontraban en diferentes ciudades. 

Los babilonios también desarrollaron un sistema de trueque mejorado. Se intercambiaban bienes por especias, comida y té. Aunque también se utilizaban otros bienes un poco mas raros como los cráneos humanos. 

La sal era otro de los objetos más intercambiados. La sal era tan valiosa que los salarios de los soldados romanos se pagaban con ella. En la Edad Media, los europeos viajaban por todo el mundo para intercambiar artesanía y pieles por sedas y perfumes. Los americanos coloniales intercambiaban balas de mosquete, pieles de ciervo y trigo. 

En definitiva, este tipo de intercambio ha estado muy presente en todas las civilizaciones de la historia. Sin embargo, en la actualidad ha disminuido considerablemente el volumen de intercambios, debido principalmente a sus limitaciones.

Dentro de sus limitaciones, la desventaja principal del trueque es que requiere una doble coincidencia, es decir, debe coincidir lo demandado por una familia con lo producido por otra que a su vez demanda lo que produce la primera. Además por si esto fuera poco también debe coincidir la cantidad que se quiere intercambiar y el momento en el que se hará efectivo el cambio.

Esta doble coincidencia la vas a entender perfectamente a raíz del siguiente ejemplo:

Imagínate que eres un agricultor que quiere pan a cambio de tomates. El primer paso para conseguir el pan es encontrar a una persona que tenga pan y quiera tomates, lo que a veces con productos tan diversos es difícil de encontrar. En segundo lugar tenéis que negociar y decidir cuántos tomates tienes que entregar a cambio de una barra de pan. Por último, en tercer lugar tenéis que decidir la fecha en la que vais a intercambiar ese producto, si hoy, dentro de dos días o de una semana ya que ambos bienes tienen una duración de consumo diferente.

Debido a todas estas limitaciones, la economía del trueque fue sustituida casi completamente tras la aparición de la moneda provocando que en la actualidad, el trueque sólo se utilice en ocasiones puntuales. Por ejemplo, ante la falta de dinero durante la gran depresión de los años 30 el trueque se hizo muy popular ya que las familias intercambiaron en mercados locales bienes y servicios sin utilizar el dinero.

Ventajas y desventajas del trueque

Dejando a un lado el grave problema de la doble coincidencia, el trueque cuenta con una serie de ventajas y de inconvenientes

Una de las desventajas del trueque es determinar la fiabilidad de la persona con la que se comercia. La otra persona no tiene ninguna prueba o certificación que otorga fiabilidad a la operación y no existe ni protección al consumidor ni garantías. Esto significa que los bienes y servicios que recibes con el intercambio pueden estar defectuosos. Es por ello que se recomienda realizar el trueque sólo con personas en las que confíes y tengas una experiencia previa. 

Otro inconveniente es determinar el valor real del bien que vas a intercambiar. A veces, es fácil pensar que el artículo que deseas vale más de lo que realmente vale, subestimando de esta forma el valor de tu propio artículo.

Pero también, en el lado positivo, el trueque cuenta con grandes ventajas. 

La primera de ellas es que no es necesario utilizar el dinero para hacer un trueque. 

La segunda ventaja es la flexibilidad del trueque. Por ejemplo, se pueden intercambiar productos relacionados, como teléfonos a cambio de ordenadores, o se pueden intercambiar artículos completamente diferentes, como un coche por un viaje a las islas canarias. 

Otra ventaja del trueque es que no es obligatorio desprenderse de objetos materiales. Es decir, puedes ofrecer un servicio a cambio de un artículo. Por ejemplo, si tu amigo tiene una consola que tú quieres y necesita clases particulares en economía, si a ti se te da bien la economía, puedes ofrecerte a darle clases particulares a cambio de la consola.

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