Principio de progresividad tributaria
Video explicativo: ¿Qué es el principio de progresividad tributaria? ¿Cómo se aplica?
¿Qué es el principio de progresividad tributaria?
El principio de progresividad tributaria se basa en la necesidad de imponer a los ciudadanos un impuesto progresivo en función de la capacidad económica de cada uno.
Este principio se fundamenta en la hipótesis de que la presión fiscal sobre los distintos contribuyentes sólo es equitativa si, a medida que aumenta la renta y/o el patrimonio, los contribuyentes pagan una cantidad más que proporcional a su aumento de renta y/o patrimonio. Es decir, cuanto mayor sea la renta mayor será el porcentaje a pagar en forma de impuestos
Gravar un impuesto de porcentaje fijo supondría una carga excesiva para las personas con bajas rentas. Aunque es cierto que la cantidad absoluta pagada por una persona rica sería mayor, el impacto que tendría un impuesto de porcentaje fijo en el poder adquisitivo real de una persona con bajas rentas es muy superior.
La base científica de este fenómeno se halla en la ciencia económica, particularmente en la teoría de la utilidad marginal decreciente de la renta y la riqueza.
Esta teoría, que ha sido sometida a debate y reformulada en diversas ocasiones, afirma en líneas generales que la utilidad que reporta al individuo unidades adicionales de renta o riqueza disminuye a medida que crece su nivel de renta o riqueza. Es decir, existe una relación proporcionalmente inversa entre la utilidad marginal y los niveles de renta y de riqueza de un individuo
Por lo tanto, las personas con mayores niveles de renta y riqueza deberían renunciar a más unidades que las personas con niveles inferiores para que así el esfuerzo económico de ambos fuera similar.
De este modo el principio de progresividad, estimularía un efecto redistributivo que permitiría corregir las desigualdades iniciales de las personas causadas por circunstancias que no han elegido, como el lugar de nacimiento o la riqueza familiar entre otros factores.
Ejemplos de impuestos que cumplen el principio de progresividad
En España y en la mayor parte de los países el impuesto sobre la renta de las personas físicas cumple con este principio ya que se trata de un impuesto progresivo donde las personas que tienen mayores ingresos pagan una tasa impositiva más alta que las personas con rentas bajas. Para ver esto mejor, imagina a dos individuos, uno se llama Carlos y el otro David. Carlos decidió no estudiar y actualmente está trabajando en una cafetería ganando 20.000 € al año, en cambio, David decidió estudiar medicina y ahora trabaja como médico cobrando 100.000 € al año.
Al ser sueldos muy distantes, el IRPF se gravará de manera diferente. Carlos al tener unos ingresos menores solo pagará el 5%, es decir pagará 1.000 euros en impuestos, quedándose con 19.000 euros para cubrir todas sus necesidades. Por el contrario, David al contar con unos ingresos elevados debe pagar un 30%, lo que sería 30.000 € en impuestos. Aunque paga un mayor porcentaje de sus ingresos, todavía le quedan 70.000 € para gastar en lo que quiera.
Lo contrario de esta tributación progresiva serían los impuestos lineales. En este tipo de fiscalidad no se respeta el principio de progresividad, ya que tanto los ricos como los pobres pagan el mismo porcentaje de impuestos.
Por ejemplo, el IVA sigue una tributación lineal ya que todas las personas independientemente de su capacidad económica pagan el mismo porcentaje de impuestos que se sitúa en España en el 21%. En valores absolutos, la persona más rica probablemente pague una mayor cantidad de impuestos ya que suele comprar más bienes y servicios, pero al final seguirá contribuyendo en la misma proporción que el más pobre: el 21%.