Tasa Interna de Rentabilidad (TIR)
Video explicativo: ¿Qué es la Tasa Interna de Rentabilidad y cómo calcularla?
Recomiendo encarecidamente ver el video para entender mejor este concepto.
¿Qué es la tasa interna de rentabilidad?
La tasa interna de rentabilidad o también llamada TIR, nos indica cuál debería ser la tasa de actualización k que hace que el VAN de una inversión sea igual a 0. Es decir, a qué tipo de intereses el VAN de una inversión es 0.
Antes de nada, si no sabéis lo que es el VAN de una inversión es fundamental que veáis el video donde lo explico.
Calcular la tasa interna de rentabilidad
Siguiendo con la TIR, para calcularla simplemente tendremos que igualar la fórmula del VAN a 0 y sustituir la k por la expresión TIR.
Una vez igualado a 0 el VAN, nos quedaría una sola incógnita que es la TIR, por lo que despejando podríamos sacar fácilmente la TIR en cualquier ejercicio.
De esta forma la TIR nos permite medir la rentabilidad de la inversión, es decir, cuánto dinero obtengo por cada euro invertido.
¿Cómo elegimos entre varios proyectos según la TIR?
Para entender la TIR y así saber qué proyecto elegir, tenemos que pensar que la tasa de actualización k es el tipo de interés que paga la empresa cuando pide prestado. Así, si la empresa pide prestados 5.000 euros y tiene que pagar un 5% de interés, usaremos esa cantidad que es del 5% como k. Obviamente, si invierto en un proyecto esperaré obtener una rentabilidad, medida por la TIR, superior a lo que me ha costado pedir prestado, que es la K y es del 5%.
Por ello si suponemos que la tasa de actualización “k” es el tipo de interés que paga la empresa, nos encontraríamos con 3 posibilidades:
- TIR > k. En este caso diríamos que la inversión es rentable, ya que nos ofrecerá una rentabilidad superior al interés que paga la empresa siendo el VAN, por tanto, positivo.
- TIR < k. En esta situación la inversión no sería rentable y por tanto no deberíamos realizarla ya que nos ofrecerá una rentabilidad inferior al interés que paga la empresa siendo el VAN, por tanto, negativo.
- TIR = k. En este caso la inversión sería indiferente, ya que la rentabilidad que obtiene la empresa es idéntica a lo que tiene que pagar por el tipo de interés siendo el VAN, por tanto, igual a cero.
Elegiremos aquellos proyectos que cumplan con la primera posibilidad y que por tanto la TIR sea mayor que la K. Eso si en el caso de que haya varios proyectos que cumplan esta premisa, elegiremos siempre el proyecto que tenga una mayor TIR ya que es el que ofrecerá a la empresa una mayor rentabilidad.
Con un ejemplo todo se ve más claro.
Ejemplo de la tasa interna de rentabilidad
Imagínate que Juan pide prestado a su banco 10.000 euros a un 3% de interés anual, teniendo que devolver de esta forma 300 euros al año en intereses ya que 0,03 por 10.000 euros son 300 euros en forma de interés.
En el caso de que Juan utilice ese dinero en un proyecto cuya TIR sea superior al 3%, estaría obteniendo una rentabilidad superior a los intereses a pagar y, por tanto, estaría ganando dinero al pedir prestado. Eso si en el caso de que invierta en un proyecto cuya TIR sea inferior al 3%, estaría perdiendo dinero ya que las ganancias no superarían a los intereses que tendría que pagar.
Por último, en el caso de que invirtieses en un proyecto con una TIR del 3% se estaría quedando indiferente, ya que ni ganaría ni perdería con esa inversión.
Ventajas e inconvenientes de la tasa interna de rentabilidad
Este método presenta tanto ventajas e inconvenientes.
- Dentro de las ventajas, su principal es que tiene en cuenta el momento en el que se reciben los flujos netos de caja, valorando de forma distinta el dinero dependiendo del momento en el que se reciban.
- Dentro de los inconvenientes, su principal es que el cálculo de la TIR suele ser complicado por lo que es habitual que se usen hojas de cálculo a través del ordenador.